La Filarmónica pone a gozar al público con un concierto que no se olvida
La música de Beethoven hizo temblar el Teatro Nacional otra vez en un concierto llamado "Todo Beethoven", que arrancó la nueva temporada sinfónica de la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo, bajo la batuta del maestro Amaury Sánchez.
La gente que llegó a la Sala Carlos Piantini disfrutó de dos de las piezas más duras del repertorio clásico mundial: la Sinfonía No. 5 en do menor, Op. 67, mejor conocida como la "Sinfonía del Destino", y la Sinfonía No. 7 en la mayor, Op. 92, que Richard Wagner describió como "la apoteosis de la danza".
Ese motivo de cuatro notas al principio de la Sinfonía No. 5 todavía emociona y da fuerza más de doscientos años después de que se compuso. Los movimientos "Allegro con brío", "Andante con moto", "Allegro" y "Allegro" fueron tocados con precisión y sentimiento, mostrando que la orquesta está en otro nivel.
En la segunda parte del concierto, se presentó la Sinfonía No. 7, que con su energía pegajosa y vibrante, dejó al público con una impresión que no se va a borrar. La gente se paró a aplaudir, cerrando una noche que celebró la genialidad de Beethoven.
Entre los que estaban en el público, se vio al cantautor Juan Luis Guerra, quien disfrutó desde su asiento de esta presentación que es parte de una serie de conciertos temáticos que la Filarmónica va a dar este año.
Este concierto es solo el comienzo de un ciclo que busca no solo rendir tributo a los grandes maestros de la música clásica, sino también acercar a más gente a este género. El proyecto de Sánchez va a incluir futuros conciertos con repertorios temáticos y adaptaciones sinfónicas de música popular y folclórica dominicana.
Con esta presentación exitosa, la Orquesta Filarmónica de Santo Domingo reafirma su compromiso con la excelencia artística y la difusión de la música universal, consolidándose como uno de los pilares culturales más sólidos del país.
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