"Air Cocaine": La escapada de los franceses que mostró lo débil que está el sistema judicial en RD

Netflix ta reviviendo un caso con un documental que destapa vainas que nadie sabía y le da en la madre al sistema judicial dominicano.

Punta Cana, marzo de 2013. Un domingo en la madrugá. Dos pilotos franceses, un plan que parecía de película... y 26 maletas que no tenían solo ropa para un viajecito tropical. Así empezó uno de los casos de narcotráfico más locos que la República Dominicana ha visto.

En la pista del Aeropuerto Internacional de Punta Cana, la gente no pudo hacerse la vista gorda con el tamaño del equipaje. ¡Demasiadas maletas, loco! 26 en total y ellos diciendo que venían por solo 48 horas. Era muy raro pa' ser verdad.

Dentro, había 700 kilos de cocaína bien guardaditos, listos pa' salir volando pa' Saint-Tropez en un jet privado manejado por dos tigueres de la aviación francesa: Pascal Fauret y Bruno Odos.

Así comenzó lo que se conocería como "Air Cocaine", un caso que sacudió al sistema judicial dominicano y que ahora vuelve a sonar gracias al documental de Netflix "Cocaína en el aire: Traficantes de altura", una serie que mezcla investigación, humor negro y preguntas que todavía no tienen respuesta.

En junio de 2013, la noticia explotó y la prensa dominicana casi no creía lo que pasaba: cuatro personas detenidas, dos de ellas pilotos profesionales; un montón de drogas; y un avión parado en la pista. La historia parecía sacada de una película de Hollywood.

Pero la realidad fue más loca todavía. Mientras las autoridades dominicanas celebraban la captura, en Francia ya estaban cocinando un plan de escape que solo años después se sabría hasta dónde llegaba.

En 2015, Fauret y Odos, que ya estaban condenados a prisión domiciliaria en la República Dominicana, se escaparon por mar. Se fueron desde Bayahíbe, en una lancha rápida manejada por un pescador dominicano que los reconoció de una vez: "Los dos peces más grandes que he tenido en mi embarcación", dijo con ironía en el documental.

El escape fue casi una operación quirúrgica dirigida por el criminólogo francés Christophe Naudin y el exmilitar Pierre Malinoswki. Usaron disfraces, sobornos y trucos propios de una película de espías.

Eligieron un domingo para ejecutar el plan, pensando que "los empleados públicos dominicanos estarían borrachos o con resaca de ron", según palabras textuales de uno de los organizadores.

Hicieron como que estaban filmando una película porno en la Isla Saona para cubrir sus movimientos. Pasaron por hoteles de lujo como El Embajador y, al final, después de varios vuelos, los pilotos aterrizaron en París.

La sorpresa: en vez de mandarlos de vuelta, en Francia los dejaron libres en 2021, diciendo que no se demostró que ellos estaban metidos en el lío del tráfico. El juicio dominicano quedó en el aire, como el avión que nunca despegó.

El entonces procurador Francisco Domínguez Brito no escondió su pique: "El tribunal los condenó a 20 años y luego los dejaron en libertad. Para mí, como persecutor en ese momento, fue errada, equivocada".

Y es que el caso dejó al descubierto muchos problemas en el sistema judicial dominicano, pero también creó dudas sobre si había gente metida en el lío más allá del Caribe. Diario Libre reportó el caso.

En la serie, hasta se pregunta si los pilotos eran solo peones o si sabían más de lo que decían. "A veces rodábamos una escena y nos mirábamos pensando: 'Quizá estaban involucrados más de lo que dicen'", confiesa Olivier Bouchara, uno de los directores del documental.

Aymeric Chauprade, que en ese entonces era asesor del expresidente dominicano Leonel Fernández y eurodiputado, fue parte del plan. Se quedó con ellos en el Hotel El Embajador la noche antes de la fuga y fue hasta Bayahíbe como parte del operativo.

Dijo que trató de interceder por ellos ante el gobierno dominicano: "Me dijeron, muy educadamente: 'No podemos hacer nada. Es un caso complicado'", confesó en el documental.

También se reveló que exagentes de inteligencia francesa y exmilitares ayudaron en la fuga, que fue descrita como "milimétrica". El abogado Eric Dupond-Moretti admitió: "No lo hicieron solos. Hubo otra gente involucrada."

Air Cocaine: The High-Flying Traffickers muestra entrevistas inéditas, imágenes de archivo y testimonios de periodistas como Alicia Ortega, quien cubrió el caso desde el primer día.

La producción, dirigida por Olivier Bouchara y Jérôme Pierrat, no ofrece veredictos, pero sí una visión crítica: "No somos jueces ni jurados. Solo periodistas. A veces creíamos que los pilotos sabían más. A veces, dudábamos de todo otra vez".

El documental sugiere que el caso fue mucho más complicado de lo que se dijo oficialmente. La pregunta queda en el aire: ¿fueron los pilotos cómplices o chivos expiatorios de una red mucho más grande?

El caso "Air Cocaine" no solo destapa una operación internacional de narcotráfico, sino que también deja ver lo vulnerable que es la justicia dominicana.

La fuga de dos criminales confesos, la participación de extranjeros con poder político y la posterior absolución en Europa fueron, en palabras del ex procurador Domínguez Brito, "una vergüenza". Un caso que todavía da de qué hablar.

El crimen: muy sonado. El escape, perfecto. Lo que no encajó fue la justicia.

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