Oye, tú no sabes lo que pasó aquí en La Otra Banda, en Higüey. El sábado agarraron a dos tigueres haitianos, dicen que estaban tratando de hipnotizar a una jeva con un polvo que suena como "burundanga". Los tipos se llaman Fenel Tousaint y Nelson Joel Jean, y ninguno tenía papeles ni na'. Los pescaron en la calle principal del barrio San Francisco andando en una Yamaha verde. La policía estaba pila de atenta porque ya le habían chivateado que andaban en vainas raras.
A Fenel le encontraron un chin de ese polvo raro en el bolsillo izquierdo, envuelto en un pedazo de funda plástica blanca con rayas azules. Y Nelson tenía dos paqueticos más, uno en papel transparente y otro en una funda negra. La tipa que iban a hipnotizar es Carolina Vásquez Zorrilla, una muchacha de 29 años que vive por ahí mismo en La Otra Banda. Según los chismes, la idea era ponerla a hacer lo que ellos querían.
Parece que estos tipos no son nuevos en eso, porque ya otras mujeres los han señalado de quitarles sus cosas usando la misma droga. Las autoridades están investigando y van a poner a estos dos frente al Ministerio Público para que respondan por lo que hicieron.
La "burundanga", o escopolamina, es un veneno fuerte que se encuentra en algunas plantas y se ha usado en ritos y brujería. Tiene un efecto hipnótico y sedante que deja a la gente como zombies, por eso los delincuentes la usan para sus fechorías. Pero también tiene un uso legal en medicina, en dosis pequeñas, para cosas como mareos, espasmos y hasta el Parkinson. Eso sí, hay que tener mucho cuidado porque una sobredosis puede causar cosas feas como delirios, agresividad, desorientación, convulsiones, y hasta la muerte.
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