Oye, mi gente, les traigo el chisme de lo que está pasando en el patio. Resulta que el abogado Jorge Luis Polanco dejó su cargo de coordinador del equipo que está recuperando los chelitos del Gobierno dominicano, porque ahora se va a encargar de defender a la gente dueña del famoso Jet Set, donde se cayó el techo y causó un lío grande que ya ha dejado 231 muertos.
En una cartita que le mandó al presidente Luis Abinader el 13 de abril, Polanco dijo que su decisión es por un asunto de ética, para que no haya malentendidos ni se arme un rebú en la calle, ahora que está en su nuevo papel en este caso. "Debo actuar con absoluta transparencia, evitando cualquier posibilidad de confusión de roles o interpretación errónea", dijo él, tal cual.
Todo este brollo explotó después de que Antonio Espaillat, que es el que lleva la batuta de Inversiones E Y L, SRL, la compañía que manejaba la discoteca, fue donde las autoridades a ponerse a disposición del Ministerio Público. El hombre le escribió a la fiscal del Distrito Nacional, Rosalba Ramos, diciendo que está dispuesto a ayudar en la investigación y que Polanco va a ser su abogado en este tinglado.
La Fiscalía del Distrito Nacional y la Dirección de Persecución del Ministerio Público, junto con la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y unos expertos internacionales, están dándole seguimiento al caso del colapso de la discoteca. En su carta de renuncia, Polanco le dio las gracias al presidente por haberle dado la oportunidad de servir "con compromiso y lealtad a los mejores intereses de la Nación" y mostró su respeto por las víctimas de esta desgracia.
La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, soltó la bomba el lunes diciendo que ya van 231 fallecidos por el desastre en el techo del Jet Set, que se vino abajo el martes 8 de abril durante un concierto del famoso Rubby Pérez. Y los heridos, ¡mi madre!, ya pasan de 180. La cosa está seria, mi gente.
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