El presi Luis Abinader se apareció este domingo pa’ cortar la cinta de una obra bacana de agua potable en la parte suroeste de Santiago, que hizo Coraasan. Esta vuelta costó más de 160 millones de pesos y le va a cambiar la vida a más de 50,000 gente por ahí.
La vaina fue que los tigueres de Bella Vista y otros barrios cercanos estaban hartos porque la tubería de 30 pulgadas en la avenida Emilio Prud’Homme explotaba a cada rato. Ya tú sabes, vivían con el corazón en la boca.
El proyecto fue de cambiar esa tubería entre las calles Fernando Bermúdez y la avenida Antonio Guzmán, y también meterle mano con válvulas, registros y otras cositas pa’ mejorar la red.
En la inauguración, la doña Aneyda Rosario, que es de la comunidad, dio las gracias de corazón.
El alcalde de Santiago, Ulises Rodríguez, dijo que por fin se resolvió un lío de años: "Señor presidente, la gente aquí no tenía paz ni tranquilidad. Esta obra elimina el temor que vivían las comunidades. Gracias a su gestión y a la eficiencia de Coraasan, hoy pueden vivir tranquilos".
Andrés Cueto, que es el jefe de Coraasan, dijo que aparte de los 515 metros de tubería que cambiaron, también pusieron válvulas de retención hidráulicas, redes, conexiones a las casas, asfaltaron, hicieron contenes y pusieron señales: "Gracias a estos proyectos, hoy podemos decir con orgullo que el agua vuelve a correr con fuerza, seguridad y continuidad por las tuberías de estos sectores", dijo Cueto.
La gobernadora Rosa Santos dijo que esta obra era una necesidad que todo el mundo había ignorado por 20 años: "El presidente Abinader ha sido el único que se ha atrevido a invertir en lo que no se ve, en el subsuelo, pero que es fundamental para la vida".
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