Oye, mi gente, aquí les va la historia en el lenguaje del pueblo: Un corillo de 54 tigueres aterrizó en Constanza el 14 de junio del '59 en un avión Curtis C-46, disfrazao con las insignias de la Aviación Militar Dominicana.
Este sábado se cumplen 66 años de esa vaina histórica del 14 de junio de 1959, cuando un grupo de dominicanos con corazón y unos cuantos panas extranjeros llegaron a Constanza, Maimón y Estero Hondo pa’ darle fin al lío de Trujillo, que desde el '30 tenía al país cogío por el cuello con su régimen de terror.
Esta vuelta se organizó desde el exilio, liderada por el comandante Enrique Jiménez Moya, y con la ayuda de Fidel Castro de parte del gobierno cubano, se metieron unos 200 tígueres. El primer combo, que eran 54, volaron desde Cuba y aterrizaron en Constanza el 14 de junio en un avión Curtis C-46, disfrazao con las insignias de la Aviación Militar Dominicana.
Ellos querían aterrizar en San Juan, pero el clima los hizo cambiar de idea. Además, se suponía que dos barcos puestos por los cubanos llegaran por la costa norte. Pero oye, con el sabotaje y el mal tiempo, esos barcos llegaron seis días tarde a Maimón y Estero Hondo, y se toparon de una vez con la represión brutal del gobierno de Trujillo.
Aunque la expedición fue apagada rápido, y la mayoría de los panas fueron atrapados, matados o ejecutados sin juicio, ese esfuerzo prendió una chispa en el corazón del pueblo: la dictadura no era invencible.
Esta fue una movida heroica que plantó la semilla de la libertad y el sacrificio. Además de Enrique Jiménez Moya, otro duro en esta expedición fue el cubano Delio Gómez Ochoa, un héroe nacional por las torturas que aguantó cuando lo agarraron los trujillistas. Hoy por hoy, Gómez Ochoa tiene 95 años y vive en Cuba, siendo el único sobreviviente de esa gesta patriótica del 14 de junio.
El impacto del 14 de junio se sintió más allá de la pelea, inspirando el nacimiento del Movimiento 14 de Junio, fundado por Manolo Tavárez Justo, Minerva Mirabal y otros líderes clandestinos, quienes convirtieron el sacrificio de los expedicionarios en una lucha política y social contra el régimen. Ese movimiento fue clave pa’ tumbar la dictadura, que acabó en el '61 con el ajusticiamiento de Trujillo.
Hoy, más de seis décadas después de esos tiempos oscuros y valientes, los nombres de los expedicionarios del 14 de junio se recuerdan como ejemplo de coraje, dignidad y entrega por la libertad. En Constanza, un mausoleo guarda los restos de muchos de ellos. En todo el país, escuelas, avenidas y plazas llevan sus nombres como homenaje.
Desde el viernes 13, entidades como la Universidad Autónoma de Santo Domingo hicieron una ofrenda floral en el Monumento a los Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, que está en la autopista 30 de Mayo, en la capital. La vicerrectora de Extensión, Rosalía Sosa Pérez, al frente de la actividad, dijo que con esto la Universidad rinde tributo a los patriotas de esa gran gesta.
Ella destacó el valor de los héroes del 14 y 20 de junio, y resaltó a los expedicionarios que "ofrendaron sus vidas por la libertad, la dignidad y la justicia del pueblo dominicano". La profe dijo que, con este ejemplo, se busca que la juventud siga y valore los esfuerzos hechos para tumbar la dictadura trujillista en defensa de la libertad del pueblo dominicano, los derechos humanos y la democracia.
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