VIDEO | "Pa' atrás como el cangrejo" por cinco días, hasta que la Línea 1 del Metro llegue de nuevo a Villa Mella

La suspensión del Metro en cinco estaciones elevadas de la Línea 1 es porque están trabajando pa' meter trenes de seis vagones desde agosto.

Este miércoles por la mañana, Villa Mella parecía un viaje al pasado. Los carritos públicos iban llenos, los motoristas daban vueltas alrededor de las filas y las guaguas iban hasta la tambora con su ruta de siempre, mientras la gente aguantaba los tapones y el calorazo. Y eso es lo que hay pa' cuatro días más, los que viven por aquí van a tener que revivir lo que hace más de quince años no se veía con esta intensidad: el caos del transporte antes de que levantaran el Metro de Santo Domingo.

El servicio del Metro está parado porque están metiendo trenes de seis vagones en cinco estaciones elevadas de la Línea 1. Del miércoles 16 al viernes 18 de julio, no habrá Metro entre las estaciones José Francisco Peña Gómez y Mamá Tingó. Y el sábado 19 y domingo 20 se interrumpirá el tramo entre Hermanas Mirabal y Mamá Tingó.

"Uno salía a las 8:00 de la mañana y todavía a las 9:00 no había llegado al trabajo", recuerda Crucito del Rosario, que tiene 64 años, mientras sirve café, chocolate y té cerquita de la estación Hermanas Mirabal.

Crucito, que lleva más de 30 años viviendo en el barrio, cuenta cómo era antes del Metro: "Antes lo que había eran carros públicos, guaguas de concho y las banderitas".

Para él, el Metro fue un antes y un después. "El Metro es lo más importante que se ha hecho en este país", dice, mientras le pasa un café a un cliente que se queja del tapón que acaba de pasar en una Omsa llena hasta los moños.

Jorgelio Segura, de 62 años, también se acuerda de los días del transporte difícil en Santo Domingo Norte. "Antes de que Leonel (Fernández) empezara el Metro, esto era difícil. Después, la cosa se puso buena", afirma.

Para Ana Peña, de 73 años, la diferencia es clara: "Uno cogía trote como quisiera porque había muchísimo tráfico por los carros y las guaguas de concho. Ahora, en el Metro, uno llega en media hora a donde va".

El testimonio se repite. Nancy de la Rosa, que lleva más de 35 años en la localidad, recuerda cuando tardaba hasta tres horas para llegar a la UASD. "Eso no tiene comparación. Lo que antes me tomaba tres horas, ahora lo hago en 25 minutos".

Durante este cierre temporal de estaciones, la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) ha puesto unidades de la Omsa gratis pa' cubrir las rutas afectadas.

Pero el servicio alternativo no logra igualar la eficiencia del Metro. "Pasó lo mismo que antes: un caos", lamenta Mario Núñez, que lleva más de 40 años en la zona y recuerda bien los días en que solo existían las guaguas de concho como opción.

Nelly, que es de Villa Mella, lo dice más claro: "Había que correr en bicicleta, caballos, motores y hasta carretas. Ahora está más estable, pero sin el Metro, la cosa se complica".

Para los motoristas como Junior Ortiz, estos días tienen un sabor agridulce. Hay más clientes, sí, pero también más tráfico y tensión. "Había demasiados tapones antes. Ahora van a poner seis vagones, y eso va a ayudar. Más gente se moverá rápido y nosotros también haremos dinero más rápido", dice mientras deja a un pasajero en la zona.

El objetivo es reducir la congestión, mejorar la movilidad y transformar de nuevo la forma en que se mueve la ciudad.

Mientras tanto, Villa Mella revive por unos días la historia de su propio transporte. Como si el reloj retrocediera, el barrio vuelve a la época en la que desplazarse al centro de la capital era un desafío diario y los tapones eran parte inevitable de la rutina.

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