"No los conocí, pero siento su dolor como si fueran míos", dijo una ciudadana con lágrimas en los ojos.
El Viernes Santo por la mañana, mucha gente se dio cita en los alrededores de la discoteca Jet Set pa' rendir homenaje a las víctimas de la tragedia del 8 de abril, en un ambiente lleno de fe, silencio y recogimiento.
Con flores, velas y oraciones, los presentes elevaron un Padre Nuestro y un Ave María en memoria de las 232 personas que partieron de este mundo. Aunque la mayoría no se conocía, todos compartían el mismo sentimiento: acompañar el dolor con respeto y solidaridad.
Luis Castelle llegó llorando pa' despedir a su vecina Bianca Elizabet, a quien recordó como "una mujer muy buena". "No podía quedarme en casa, necesitaba venir a decirle adiós", dijo con la voz entrecortada.
Isabel Lara y su esposo fueron de los que encendieron una vela en memoria de un pariente que se fue en el suceso. "En mi vida había visto y vivido algo como esto. A muchos no los conocí pero siento su dolor como si fueran míos", comentó.
Otro testimonio lleno de emoción fue el de Christopher de Jesús, que no pudo aguantar el llanto al hablar de su prima, una de las víctimas. "Es muy duro... todavía no lo puedo creer", expresó conmovido.
El lugar donde estaba la discoteca, en el sector El Portal del Distrito Nacional, ahora es un punto simbólico de duelo, y fue escenario de un acto espontáneo de unidad. Las oraciones, el silencio y los gestos de cariño marcaron un día donde el sufrimiento encontró consuelo entre los que se acercaban al lugar.
La madrugada del 8 de abril se registró la tercera peor tragedia en la historia de la República Dominicana, cuando se cayó el techo de la discoteca Jet Set durante una fiesta que animaba el famoso merenguero dominicano Rubby Pérez, quien está entre los fallecidos. El derrumbe dejó 232 muertos, decenas de heridos y muchos que lograron sobrevivir al suceso que consternó al mundo. Entre las víctimas no solo había dominicanos, también franceses, estadounidenses, venezolanos, haitianos y colombianos.
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