VIDEO | "Cinco días pa' atrás en el tiempo" hasta que la línea 1 del metro vuelva a Villa Mella

La vaina en Villa Mella, Santo Domingo Norte, ta como en los tiempos viejos hoy miércoles en la mañana. Los carritos públicos van hasta la tambora, los motoristas tan rulay alrededor de la gente en fila y las guaguas llenas hasta el tope volviendo a sus rutas de siempre. Los panas del barrio ta pasando trabajo con los tapones y el calor.

Por cuatro días más, la gente de esa zona va a tener que aguantar el caos del transporte que no se veía así desde hace más de 15 años, antes de que el Metro de Santo Domingo cambiara el juego.

El lío del metro se debe a que tan trabajando pa' meter trenes de seis vagones en cinco estaciones que son elevadas de la línea 1. Hasta el viernes 18 de julio no habrá servicio entre las estaciones José Francisco Peña Gómez y Mamá Tingó, y el 19 y 20 se va a parar el tramo entre las paradas Hermanas Mirabal hasta Mamá Tingó.

"Uno salía a las 8:00 de la mañana y todavía a las 9:00 no había llegado al trabajo", dice Crucito del Rosario, de 64 años, mientras vende café, chocolate y té cerca de la estación Hermanas Mirabal.

Crucito, que lleva más de 30 años en el barrio, dice que esto es un lío como antes de que hicieran el metro: "Antes lo que había eran carros públicos, guaguas de concho y las banderitas".

Para él, el metro fue un cambio del cielo a la tierra. "Es lo más importante que se ha hecho en este país", dice, mientras le sirve un cafecito a un pana que se queja del tapón después de bajarse de una guagua de la OMSA hasta el tope.

Jorgelio Segura, de 62 años, también recuerda cómo era el transporte en Santo Domingo Norte antes. "Antes de que Leonel (Fernández) empezara el metro, esto era difícil. Después, la cosa se puso buena", afirma.

Ana Peña, de 73 años, lo tiene clarísimo: "Uno cogía trote como quisiera porque había muchísimo tráfico por los carros y las guaguas de concho. Ahora, en el metro, uno llega en media hora a donde va".

La historia se repite. Nancy de la Rosa, que lleva más de 35 años por el área, se acuerda de cuando tardaba hasta tres horas pa' llegar a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). "Eso no tiene comparación. Lo que antes me tomaba tres horas, ahora lo hago en 25 minutos".

Durante este cierre de las estaciones, la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) ha puesto guaguas de la OMSA gratis pa' cubrir las rutas jodidas.

Pero, claro, ese servicio no es como los trenes. "Pasó lo mismo que antes: un caos", se lamenta Mario Núñez, que lleva más de 40 años en la zona y se acuerda bien de cuando solo había guaguas de concho.

Nelly, que es de Villa Mella, lo explica así: "Había que correr en bicicleta, caballos, motores y hasta carretas. Ahora está más estable, pero sin el metro la cosa se complica".

Para los motoristas como Junior Ortiz, estos días son como un dulce agrio. Hay más clientes, claro, pero también más tapones y tensión.

"Había demasiados tapones antes. Ahora van a poner seis vagones, y eso va a ayudar. Más gente se moverá rápido y nosotros también haremos dinero más rápido", dice mientras deja un pasajero.

La idea es que haya menos tapones, que la gente se mueva mejor y que la ciudad vuelva a cambiar su forma de moverse.

Mientras tanto, Villa Mella revive por unos días la historia de su propio transporte. Como si el reloj retrocediera, el barrio vuelve a la época en la que ir al centro de la capital era un desafío diario y los tapones eran parte inevitable del día a día.

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