En medio de la Semana Santa, un corillo de gente llegó al sitio pa' llevar flores y velones. Como si fuera una especie de homenaje a la memoria del barrio, un montón de personas se acercaron este Sábado Santo al lugar donde antes estaba la famosa discoteca Jet Set.
Ahora eso es solo escombros, y fue el escenario de la tercera tragedia más fuerte en la historia de RD. En la madrugada del martes 8 de abril, la discoteca se vino abajo de repente durante una fiesta, dejando hasta ahora 232 muertos.
La gente llegó en medio del vacilón de Semana Santa, con su ropa de playa, mostrando que hicieron una parada intencional antes de seguir pa' sus destinos de vacaciones.
Muchos dejaron flores, velones y mensajes frente a un memorial improvisado con fotos de las víctimas. Aunque algunos dijeron que no conocían a nadie personalmente que fue afectado, el dolor se sentía en el aire. Lágrimas discretas, abrazos callados y miradas perdidas confirmaban la tristeza colectiva.
Entre los presentes había quienes sí perdieron a seres queridos. Evelyn Hernández, visiblemente afectada, fue a rendir homenaje a su amiga Gisselle y a un compañero de trabajo, que murieron en el colapso.
"El sentimiento es algo inexplicable", dijo. "República Dominicana no lo va a superar, menos los que teníamos conocidos aquí". Evelyn contó que trabajó con Gisselle cinco años y la recordó como una amiga incondicional.
La tragedia también tocó a extranjeros que viven en el país. Lucy Martínez, una venezolana con siete años en RD, contó que perdió a un gran amigo esa noche.
"Roger era un buen compañero, un padre de familia", explicó, agregando que lamentablemente falleció de inmediato junto a su esposa.
Lucy trabaja en el sector hotelero y de comida, y explicó que muchas víctimas eran venezolanas que trabajaban en la noche y el entretenimiento. "Yo las veía, sabía quiénes eran... y es fuerte", añadió.
Aunque solo fue a Jet Set una vez, Lucy recuerda que el ambiente del lugar no le daba buenas vibras. "Yo soy muy supersticiosa", confesó. Después de su primera fiesta allí, nunca quiso volver.
"Eso transmite como oscuridad", le dijo una vez a un amigo que la invitó de nuevo. Aunque trabaja en el mundo nocturno, por suerte nunca tuvo que volver a la ahora desaparecida discoteca por trabajo.
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