Como cada Viernes Santo, la Catedral Primada de América se convirtió en el escenario de reflexiones profundas basadas en las últimas palabras de Jesús. Este año, el Sermón de las Siete Palabras se enfocó en temas que afectan a la sociedad dominicana: el sistema de salud, la inseguridad y la desigualdad social.
El reverendo Roberto Martínez de los Santos, de la Parroquia San Roque González en Sabana Perdida, arrancó con la frase "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen", hablando sobre las problemáticas ambientales. Dijo que "en nuestro país se deben transparentar los procesos económicos que impactan al medioambiente" y llamó al Estado a buscar soluciones con las comunidades antes de que las empresas lleguen.
Nicolás Cuello Hernández, superior de los Canónigos Regulares de Letrán, continuó con "Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso", señalando las fallas del sistema de salud. Expresó que "muchos dominicanos y dominicanas se desangran y pierden sus vidas porque no pueden ser atendidos en nuestros hospitales".
Luis Sandy Cabrera Martínez, de la Parroquia Espíritu Santo de Villa Mella, habló sobre la inseguridad con la frase "Mujer, ahí tienes a tu hijo... Ahí tienes a tu madre". Instó a transformar el sufrimiento en fuerza y a construir un futuro más justo: "La inseguridad crece sin control, se expande como una mancha de aceite".
El reverendo Juan María Durán, de la Parroquia Corpus Christi, usó la frase "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" para hablar del abandono ante los accidentes de tránsito. "Vemos con alta preocupación cómo incrementa cada año el número de víctimas fatales", dijo, señalando la irresponsabilidad de muchos conductores.
Frank Luis de la Cruz Alcequiez, de la Parroquia Resurrección del Señor, se encargó de la frase "Tengo sed", denunciando la violación de los derechos humanos en las prisiones. "Pienso en los presos que, privados de libertad, experimentan cada día —además de la dureza de la reclusión— el vacío afectivo", expresó.
Carmen Dolores Ferrer, de las Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha, habló de la exclusión social con "Todo está consumado". Denunció prácticas económicas desiguales: "Nuestros pueblos están sometidos a prácticas económicas y financieras altamente desiguales".
Finalmente, Bárbara Suárez, de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Villa Duarte, cerró con la frase "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu", reflexionando sobre la violencia intrafamiliar y los feminicidios. Dijo que este problema "debe ser declarado emergencia nacional" y llamó a ser instrumentos de amor en nuestras familias.
Ver todo