La filosofía de los 30 shows que Bad Bunny va a dar en San Juan se resume en una frase: "Compra local". Este mensaje lo soltó justo antes de empezar su serie de conciertos en Puerto Rico, que van a dejar una buena cantidad de dólares en la economía y la cultura de la isla.
Los primeros nueve conciertos son solo para los que viven en Puerto Rico y los otros 21 estarán abiertos para todos, lo que va a atraer a turistas. Esto es bueno para el turismo, pero también trae problemas, como la gentrificación y el aumento de los alquileres.
La organización calcula que esta serie de conciertos, que ellos llaman "la residencia", va a meterle a la isla unos 200 millones de dólares en tres meses, justo cuando es temporada baja.
Azael Ayala, que tiene 29 años y trabaja en un bar en La Placita, dice que el negocio está mucho mejor desde que empezaron los conciertos. "La situación ha cambiado por completo", dice él. "Las propinas están por las nubes". Y no es solo por el dinero. Que venga gente de todo el mundo a ver a Bad Bunny es también motivo de orgullo para Puerto Rico", añadió.
Por otro lado, Arely Ortiz, una estudiante de 23 años de Los Ángeles, no consiguió entradas para ver a Bad Bunny, pero eso no la detuvo de venir a Puerto Rico por primera vez. "Me encanta lo abierto que es con su comunidad", explica. "Sin duda ha empoderado a los latinos".
Aunque el turismo siempre ha sido importante para la economía, también ha traído líos, como el aumento de los alquileres y la llegada de "nómadas digitales". Los turistas a veces no entienden las dificultades que vivimos aquí, como la crisis económica, los desastres naturales y los apagones.
Bad Bunny ha hablado de estos problemas en sus canciones. En "Turista" dice: "En mi vida fuiste turista. Tú solo viste lo mejor de mí y no lo que yo sufría".
El historiador Jorell Meléndez Badillo dice que Puerto Rico siempre ha esperado inversiones de fuera, pero "mucha gente ve el turismo como una especie de trasfondo colonial". Sin embargo, con Bad Bunny es diferente. "No podemos negar que va a traer millones de dólares", dice él. "Podemos agradecer lo que Benito está haciendo y al mismo tiempo mirar críticamente qué tipo de turismo atraerá".
Ana Rodado, que vino desde España después de que un amigo puertorriqueño le regalara una entrada para un concierto, dice que siguió el consejo de Bad Bunny de comprar "local". Ella y una amiga reservaron un viaje de cinco días que incluyó una visita a la playa de Vega Baja, el lugar donde Bad Bunny creció. "El turismo es un problema global, no solo en Puerto Rico", dice.
En cualquier caso, los conciertos de Bad Bunny son como una carta de amor a su tierra, celebrando la herencia, el orgullo y la alegría. En su primer concierto el 11 de julio, él gritó: "¡Estamos aquí, puñeta. Y no nos vamos de aquí por los próximos tres meses, tres meses es poco (...) vuelvo por los próximos 100 años si Dios me lo permite yo voy a estar aquí".
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